27 de abril de 2009
Viña del Mar, Chile.- El panorama invitaba, las condiciones climáticas lo avalaban, el escenario era más que idóneo y bastaba sólo la decisión del Cuerpo Técnico para que la tarde de este lunes en la costa chilena, Chivas realizara su primer entrenamiento en territorio andino con una sesión regenerativa sin igual.
Pues poco antes de las seis de la tarde, tiempo local, y luego de salir del hotel de concentración ubicado prácticamente sobre la playa de Viña del Mar, el Rebaño partió hacia las playas públicas que se ubican justo frente a la Escuela de la Armada chilena para llevar a cabo un entrenamiento caracterizado por su originalidad, pero que de igual forma resultó exigente.
Pues 15 minutos después de las seis de la tarde y a las orillas del mar, Guadalajara comenzó con el entrenamiento correspondiente a este lunes con una sesión meramente enfocada a la regeneración física causada con el partido del domingo ante los Pumas de la UNAM en el estadio Olímpico Universitario.
Pues al comenzar a caminar a escasos metros del agua, el preparador físico del equipo dividió al plantel en dos grupos una vez comenzada la caminata playera; el primer grupo estuvo conformado por los jugadores que tuvieron actividad en el partido del domingo como suplentes o que no ingresaron a la cancha.
Jared Borgetti, Carlos Ochoa, Francisco Mendoza, Édgar Solís, Mario de Luna, Marco Fabián, Jesús Padilla y el portero Hugo Hernández realizaron diversos ejercicios de potencia en la arena, tales como piques cortos a velocidad media y alargues en la pendiente que se genera en la misma playa.
El resto de los elementos del plantel, incluido el Cuerpo Técnico, continuaron la caminata por la playa a un paso considerable, trayecto que se extendió por cerca de un kilómetro y medio, para después dar media vuelta y ya sobre la acera que funge como malecón, regresar al mismo paso y al mismo sitio donde descendieron del autobús.
El primer grupo, integrado por los jugadores que fueron mayormente exigidos con la práctica de este lunes, realizaron durante la caminata trabajo de potencia, además de constante trote con cambios de ritmo y ejercicio aeróbico, para que de igual forma que el resto del plantel, una vez regresado al camión y tras poco más de una hora de entrenamiento, finalizaron el trabajo del día con estiramientos.
En medio de cerca de 30 integrantes de los Medios de Comunicación de Viña del Mar, quienes por lapsos de tiempo y trayecto realizaron la caminata a la par del Rebaño, no perdieron detalle de los movimientos que el rival del Everton, para este miércoles por la Copa Libertadores, realizó justo antes de que cayera la noche.
Pues una vez que el astro rey se ocultó y la oscuridad colmó la avenida La Marina de Viña del Mar, los jugadores retornaron al hotel de concentración abordo del autobús y sin pasar desapercibidos del resto de la población, quienes desde los autos en movimiento, dieron cuenta de un entrenamiento 'sui generis' para un equipo de futbol.
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